Durante este periodo de confinamiento y cuarentena debido al COVID-19, la digitalización y la tecnología han sido y seguirán siendo herramientas esenciales. Tanto en el área de la economía, como en lo social, sanitario, ecológico, y laboral, la digitalización nos ha permitido afrontar los diferentes desafíos que nos ha tocado vivir.

Además de los ya mencionados, existe una gran cantidad de sectores que se han visto obligados a adaptarse a las herramientas y plataformas digitales, por causa de la pandemia. Tal es el caso del sector educativo, tanto colegios como instituciones y universidades, se han visto en la necesidad de adoptar plataformas virtuales que les permitan continuar con sus planes de estudios y formación académica.

El mundo adaptado a la digitalización

A pesar de algunos inconvenientes relacionados a la conectividad, tanto profesores como estudiantes han tenido que acudir a la digitalización como medio de formación. Atrás quedaron las clases presenciales y la asistencia a las instituciones de educación. Ahora la educación se desarrolla en un ambiente totalmente virtual.

Asimismo, las compañías o empresas también han tenido que migrar al ambiente digital para continuar con sus operaciones. Estas se han visto en la necesidad de realizar su migración de manera rápida, para no perder su rentabilidad. Algunos expertos consideran que simplemente se están adelantando a lo que inevitable tendrían que hacer en algún momento, debido al avance del mundo tecnológico.

Debido a las condiciones generadas por la pandemia, la organizaciones privadas y públicas han debido revisar y reformar su funcionamiento. Un aspecto clave en este cambio, han sido los nuevos patrones de consumo creados por el aislamiento social.

Un ejemplo claro de los nuevos patrones de consumo lo representa el incremento en las ventas de productos digitales como audiolibros, los servicios de streaming de películas  y de música, las plataformas de reuniones virtuales, etc. Y es muy probable que las personas que han hecho uso de estos servicios por primera vez durante la pandemia, continúen haciéndolo en un futuro.

El trabajo remoto

Uno de los mayores cambios en la vida de las personas, lo ha constituido el teletrabajo o trabajo remoto. Aunque en un principio este cambio resultó algo traumático para muchos, ha sido aceptado progresivamente tanto por empleados como por empresas.

Adicionalmente, se estima que esta modalidad de desempeño laboral se mantenga en ciertos sectores, aún después del control del virus. Esto debido a las ventajas que ofrece la digitalización tales como disminución del tiempo de traslados, mayor capacidad de autogestión, mayor tiempo para compartir en familia, por mencionar algunos.

Por otro lado, ha sido evidente que las empresas que se han atrasado en convertirse a la digitalización, se han visto rezagadas en comparación a sus más cercanos competidores.

Asimismo, los gobiernos, organizaciones y demás entidades, deben comenzar a adaptarse a la realidad de que los estándares de trabajo y consumo no volverán a ser lo que eran antes.

La nueva era de la digitalización llegó para quedarse

Estos cambios de paradigmas, aunque hayan sido obligatorios o forzados, ya no pueden revertirse. La tecnología y la digitalización seguirán siendo necesarias para el futuro de los diversos sectores, tales como el empresarial, el educacional, de salud, la administración pública, etc.  

Estos instrumentos digitales serán de gran utilidad para continuar con el desarrollo de la vida en general, así como hacer frente a los próximos desafíos.

Las personas debemos tener una mentalidad más abierta ante la digitalización. Debemos enfocarnos en aprovechar al máximo las ventajas y los beneficios que la tecnología nos ofrece, así como de sus más poderosas herramientas. Nos referimos al big data, la inteligencia artificial, el cloud, el 5G y el Internet de las cosas, entre otras. Todas estas continuarán evolucionando y brindándonos  diversos usos y aplicaciones.